Por Majo Acosta desde Bogotá. El día puede comenzar con 10 minutos de escritura libre con una fuga de Bach de fondo y terminar con 40 minutos de meditación a semioscuras. En el medio se aprende sobre construcción de marcas con propósito, el proceso de escritura de una novela, a entrenar el ojo para la fotografía callejera y o la importancia del diálogo para negociar y llegar a consensos. Bajo la mentoría de Bob Isherwood, ex CCO Global de la red Saatchi, hoy decano, la Cannes Lions Creative Academy pisó por primera vez Latinoamérica de la mano del festival de publicidad y comunicaciones colombiano El Dorado. En la CLCA un grupo reducido de estudiantes de menos de 30 años tienen la posibilidad de aprender de primera mano de referentes globales del mundo de la creatividad.
“Todos somos unicos y originales, con los años perdemos la mirada fresca de la niñez, la educación muchas veces nos arruina y empezamos a ver el mundo a través de clichés. Tengamos la posibilidad de jugar de nuevo” invita Isherwood en la primera jornada de la que somos testigos privilegiados. Fernando Vega Olmos, Pablo del Campo, Carlos Bayala, Ricardo Silva Romero, Juan Carlos Ortiz, Susan Hoffman, entre otros, forman parte del programa de este año. A continuación compartimos algunos conceptos de la primera jornada:
+ Fernando Vega Olmos, el valor de las ideas
El fundador Anita & Vega, no deja lugar a dudas “No harás una diferencia económica si no haces una diferencia en la vida de tu consumidor. No hagan comunicación si no saben qué va a decir en términos actitudinales. Sean auténticamente algo” Para Vega Olmos tu propósito no es una frase para pintar en la pared de tu edificio corporativo, sirve para inspirar experiencias de marca.
El desafío que enfrentamos como industria es recuperar el valor de las ideas y que los clientes las valoren y paguen por ellas.
“Abrazá la controversia, es una palanca de crecimiento. La tecnología, la big data, las tendencias nos igualan. Lo que te diferencia son las personas detrás de la marca.” concluye.
+ Ricardo Silva Romero, el juego de la escritura
Para el periodista y escritor colombiano“Cada texto encripta un mensaje y propone un juego. El objetivo de una novela es probar que el mundo existe. Es un atajo para contar a través de un mundo, otros mundos.”
Silva Romero con mucha generosidad y picardía contó el proceso creativo y de investigación detrás de algunas de sus obras más reconocidas como “Autogol”, que transcurre durante el fatídico mundial de Estados Unidos de 1994 o “Cómo perderlo todo”, una novela en donde desnuda el amor en el contexto disruptivo de 2016.
+ Diego Bautista, Diálogos Improbables,
Bautista es negociador y fundador de Diálogos Improbables, una plataforma de encuentros necesaria y oportuna para los tiempos que corren. “El mundo vive una situación muy estresante, con crisis de gobernabilidad y polarización. El diálogo es un modo inteligente de transitar los conflictos, que siempre existirán en una sociedad en la que hay intereses contrapuestos” afirma.
En Diálogos Improbables su equipo reúne gente que de otro modo nunca se juntaría. “El objetivo es dialogar a pesar de las diferencias y llegar a pequeños consensos que luego permiten avanzar hacia temas más complejos: paz territorial, negociaciones con la guerrilla, enfrentamientos entre terratenientes y campesinos” explica.
Para Bautista la clave es la construcción coletiva. “La confianza es lo más complejo de generar en estos procesos que llevan más de un año y se realizan confidencialmente. Luego hacemos una construcción narrativa de esos encuentros”. ¿Los desafíos? “Rehumanizar las relaciones; tener autoconciencia de la forma en la que nos relacionamos y saber escucharnos, porque muchas veces anulamos al otro pensando que ya sabemos lo que tiene para decir.”
+ Juan Cristobal Cobo, la fotografia es ficción
Cobo es un gran talento detrás de la fotografia callejera, y con un pasado reciente en el mundo de la publicidad. “Luego sentí que había cumplido un ciclo siendo la voz de otros y decidí enfrentarme a mis propias historias”. Cobo compartió parte de su portfolio y distintos proyectos que luego fueron publicados por National Geographic, New York Times y New Yorker. Una impactante serie de bicletas en la Carrera Séptima de Bogotá, por ejemplo, le llevó 21 domingos hasta lograr lo que deseaba. “En la fotografia callejera la suerte es importantísima pero hay que saber trabajar para ella” afirma. Para Cobos es liberador tener límites para crear. “Elige una cámara y una lente. Haz mil fotos. Uno tiene que hacer todas las fotos malas para despues hacer las buenas y mantené los ojos abiertos, dejate llevar por la calle y por la vida” fueron los consejos frente a los estudiantes. Su trabajo puede verse en @juancristobalcobo