“Maybe you should talk to someone” (“Tal vez deberías hablar con alguien”) es el título del bestseller escrito por la terapeuta Lori Gottlieb, quien entrevistada por la actriz Julia Sweeney , dio comienzo a una serie de sesiones online organizadas por el festival SXSW luego de que el evento fuera cancelado el pasado marzo en la ciudad de Austin.
“No nos estamos dando suficiente crédito por cómo nos estamos adaptando a esto. Deberíamos estar orgullosos”, señaló Gottlieb quien como tantos otros se vio obligada a tratar a sus pacientes pantalla por medio. “Siempre me opuse un poco a la terapia remota porque creo que lo presencial es irremplazable, pero también veo que lo hace más accesible para todos. Es una experiencia distinta. Este es un momento muy particular donde todos necesitamos de los demás.” Según la terapeuta, solemos dividir los sentimientos en “buenos” y “malos” y no existe tal cosa. “Hay que valorarlos a todos. No hay que adormecerlos ni intentar reprimirlos porque siempre salen de una forma u otra. Siempre nos están diciendo algo. Hay que prestarles atención y ver qué hacer con esa información para generar el cambio que queremos.”
«Somos criaturas sociales y hablar con otros nos es fundamental. La risa cumple un rol clave en momentos de crisis y el beneficio de compartir nuestra historias – las de verdad- es enorme. “Busquemos mostrarnos cómo somos de verdad, no una versión curada de nosotros. No se tata de ponerlo en las redes; se trata de la conexión uno a uno, sin caretas. Queremos que nos entiendan y es ese sentimiento, el de ser entendidos, el que nos une. Escuchar es conectar con las emociones detrás de las palabras”, aconsejó Gottlieb quien destacó que en esta cuarentena el baño pareciera haberse vuelto el único lugar realmente privado y el refugio de sus pacientes para desahogar los sentimientos generados por el encierro y el Covid-19.
“No son las olimpiadas de la pérdida. Todos estamos sintiendo pérdidas en algún sentido y poder hacer el luto, cada uno a su tiempo y a su manera, es importante porque los rituales a los que estábamos acostumbrados hoy no se pueden hacer. La diferencia clave entre la soledad y estar solo es que la soledad es un estado mental negativo y estar solo es un estado mental positivo. Hablá con alguien”, concluyó Gottlieb. Su libro, lanzado a principios del año pasado, será próximamente llevado a la televisión como una serie protagonizada por Eva Longoria.
Fast Company por su parte, dedicó uno de sus Webinars a una herramienta que promete ayudar a las parejas a mantener la salud mental y mantenerse unidas ahora que a todos nos toca trabajar desde casa. La invitada fue Eve Rodsky, abogada y autora de Fair Play, el libro que propone un sistema para dividir las tareas domésticas que no solo elimina los argumentos sobre lavar los platos y a quién le toca la ropa sucia, sino que busca eliminar por completo la noción de trabajo invisible en el hogar. El libro se traduce en un juego de cartas que contemplan todas las tareas de la casa. “Independientemente de cada caso, hay 12, 13 cartas que arden en cualquier hogar y que tienen que ver con ocuparse de: cocinar, hacer las compras, ordenar, limpiar, sacar la basura, ayudar a los chicos con las tareas, cuidar a los chicos, disciplinarlos, armar programas sociales, etc. El problema es que no tratamos a nuestro hogar como nuestra compañía más importante. Tenemos que pensarlo como una empresa donde cada uno es el gerente responsable de cada área específica.“ Para ello, Rodsky propone:
- Establecer todas las tareas del hogar (tarjetas) que vos y tu pareja completan actualmente de manera regular. Estas tareas incluyen todo, desde armar las viandas de sus hijos hasta llamar a los del servicio de internet.
- Repartir esas cartas entre vos y tu pareja. Quien tenga una tarjeta debe supervisar el CPE (concepción, planificación y ejecución) de esa tarea. Entonces, por ejemplo, si tu pareja prepara la cena para la familia los martes y jueves como una de sus tarjetas, no solo tiene que cocinar la comida, sino que tiene que planificar lo que hará, ir a comprar los ingredientes y preparar la comida. No importa cuántas cartas tengas, lo importante es hacerte cargo de lo que elegiste.
- El registro semanal es la última pieza del rompecabezas. Las cosas cambian y cada semana es diferente. Uno de ustedes podría estar viajando por trabajo y el otro podría tener que trabajar más en casa.
“Pasa en muchos hogares que tal vez uno cocina y el otro es el que va al supermercado. Cuando vuelve con el producto equivocado, nos indigna que haya cometido ese error cuando vive en la misma casa y sabe lo que se consume. O tal vez se le pidió que trajera algún material especifico que le pidieron a su hijo en la escuela y olvida comprarlo… pelea en puerta. La mayoría de las veces no es mala voluntad, es simplemente que nunca estuvo involucrado en todo el proceso. Si entra solo en la ejecución, hay altas chances de que cometa errores”, explicó Rodsky quien además se ocupó de dejar en claro que no hay estudios que respalden la noción de que las mujeres son inherentemente mejores multitareas o tienen una mejor función cerebral ejecutiva por la cual deban realizar más tareas domésticas que los hombres.
“La comunicación es la única manera de cambiar las cosas. Deben encontrar juntos un mazo de lo que quieren resolver. Se trata de responsabilidad y confianza donde se busca traducir las expectativas en acuerdos”, sintetizó la autora.