“El mundo no está en pausa, se está moviendo distinto y cuando salgamos de casa queremos ir a una agencia en la que todos se sientan como en casa” con éstas y otras premisas nació Vendaval, una agencia con proyección global que ya cuenta con una cartera de más de 10 clientes en Argentina, Uruguay y Estados Unidos. Charlamos con sus fundadores Lucho Sanchez Zinny y Carmelo Maselli sobre los cómo y los porqué.
Cuentan que Vendaval es el nombre del caballo que ganó la única carrera que vieron. ¿Hace cuánto vienen masticando la idea de abrir la agencia propia? Tener una agencia propia nunca fue una idea concreta. Desde hace varios años nosotros ejercemos el rol de DGC adaptándonos a distintos tipos de estructuras de agencias. Pero llega un momento de la carrera en el que uno ya tiene una ideología y filosofía muy definidas y creemos que la mejor manera de plasmarlas es en una agencia propia. Nunca fue la necesidad de que sea propia sino de que represente el 100% de nuestros valores e ideología.
Este es un proyecto que claramente se inició antes de la cuarentena y lo loco sea tal vez, que la cuarentena en algún punto igualó las condiciones para todos, no? Desaparecieron las estructuras físicas pero no la necesidad de dar respuesta y brindar soluciones, ¿cómo lo viven ustedes? Suena ambicioso pero Vendaval nació como un proyecto global. Una base fuerte en Buenos Aires pero con la mirada hacia afuera, y eso indefectiblemente requiere de un trabajo remoto. En ese sentido no sentimos un gran cambio, pero lo cierto es que hoy más que nunca para el cliente es lo mismo si su agencia queda a dos cuadras o a diez mil km. Vamos a llevarnos un gran aprendizaje de esto con respecto a la optimización de los procesos y las estructuras. Quizás cuando volvamos a rearmar esto que se rompió nos sobren algunas piezas y necesitemos de otras nuevas que no teníamos.
El que no arriesga no gana. ¿Lo sienten como un riesgo? ¿qué es lo mejor y qué es lo peor que podría pasar? Escuchando esta pregunta nos damos cuenta nos preguntamos muy poco qué es lo peor que podría pasar. Porque aunque nos hicimos mil preguntas, esa no nos la hicimos o no quisimos hacérnosla. Quizás tenga que ver con nuestra forma de pensar que las cosas hay que hacerlas más allá del momento en el que te toque hacerlas. Es muy difícil que encuentres el momento ideal para hacer algo. Es una agencia que nace en Argentina, después de un cambio de gobierno y en el peor escenario global que se pudiese imaginar, digamos que Vendaval no es una agencia que nació pidiéndole permiso al destino precisamente.
Nacieron regionales y esa es una señal fuerte de confianza, ¿cómo fueron esas primeras charlas con los clientes? Hicimos un power point para nosotros y pusimos la filosofía de la agencia ahí. Eran 5 o 6 charts y uno decía: “las relaciones humanas como business plan.” Acá o en la región los clientes son personas, y si vos podés transmitirle a esas personas que te importa su problemática, las distancias se acortan al instante. Tener a alguien a dos cuadras que no tenga idea de tu negocio o tener a alguien a 1000 kms que está pensando en tu marca en serio, eso transmite confianza. Para concretar la “regionalizacion” de la agencia estamos cerrando un acuerdo con un socio que conocemos desde hace tiempo y que puede darnos esa expansión de la que hablamos.
¿Este contexto les cambió en algo en la idea de agencia que quieren tener? ¿cómo imaginan la “nueva normalidad” de la que todos hablan? Esta pandemia nos mandó a todos a nuestras casas a pensar y ojalá volvamos con buenas ideas. Pero como te contábamos antes, la idea principal no cambia. No hay crisis ni pandemia que le pueda cambiar a las personas las ganas de trabajar con pasión (en nuestro caso por las ideas) o de lograr construir un lugar en donde la gente que lo conforma se sienta cómoda y libre para dar lo mejor de sí. Cambiarán algunas formas, pero no dejan de ser parte de la cosmética.