El término realidad virtual (VR) se popularizó a finales de la década de 1980 por Jaron Lanier, uno de los pioneros del campo y actualmente una de las voces más críticas del mundo tecnológico. El 2015 fue considerado el pico de esta tecnología que prometía romper con todo. A pesar de que claramente no explotó como muchos imaginaban en términos de rédito económico, sí se transformó en una herramienta muy potente para contar historias y mostrar otras realidades sociales.
South by Southwest cuenta en su programa con una sección de VR films y propuso para analizar la actualidad de esta tecnología, una entrevista con Gabo Arora. Arora es un artista inmersivo, cineasta, fundador y director creativo de LightShed, un estudio de storytelling, tecnología e investigación, centrado en tecnologías emergentes como realidad virtual, realidad aumentada e inteligencia artificial. “La VR te permite expandir historias, conectar con otro desde otro lado. Siendo un avatar podés participar desde otro lugar y volvés a la realidad con una nueva perspectiva y otras motivaciones”, aseguró Gabo refiriéndose particularmente al Social VR.
Sus producciones en este género ayudaron a recaudar mas de 1 billón de dólares para la asistencia de refugiados. Clouds Over Sidra , la película de realidad virtual realizada en asociación con UNICEF, continúa duplicando las contribuciones directas a la recaudación de fondos; se distribuye en 40 países en 15 idiomas diferentes y es la película VR de impacto social más ampliamente distribuida y vista a nivel mundial.
“La VR puede interpelar a más gente. Se puede medir de otra manera y acercar temas que de otra forma nos quedan muy lejos. Chris Milk me prestó una cámara en el 2014 para ir a Siria y grabar cómo era la vida de una niña refugiada allí. Una historia muy simple que sirvió como plataforma y el impacto que tuvo consiguió muchas donaciones”, recordó Arora y resaltó: “Nos volvimos insensibles ante los números, 10, 100, 1000 muertes, ¿qué significan? La VR está cambiando eso.”
Hoy, frente al Covid-19, la realidad virtual es una salida para muchos. En Helsinki más de 700.000 finlandeses “salieron a la calle” con sus headsets de VR, la tarde del 30 de abril, para festejar May Day; el alcalde dio un discurso y luego disfrutaron de un recital virtual. “Soy un agnóstico tecnológico. La historia es todo. Cuando algo es muy simple desconfío. Lo impráctico de la tecnología es lo que más me atrae, el estímulo intelectual de encontrar qué hacer con eso”, explicó Gabo. “Live VR va a seguir creciendo. La experiencia inmersiva te da más data de lo que hace y siente la gente,y es impresionante lo que se han democratizado las herramientas que podemos usar para experimentar con esta tecnología“, concluyó.