Es la calidad de nuestras relaciones la que determina la calidad de nuestra vida afirmó Esther Perel, la terapista de parejas que incursiona con éxito en el mundo corporativo en el escenario principal de SXSW frente a una de las charlas más concurridas de la semana.. Lo mismo pasa en los negocios pero su influencia es más difícil de evaluar. La inteligencia relacional tiene que ver con cómo lidiamos con la confrontación. Antes las relaciones se consideraban soft skills. Hoy se volvieron la nueva base. Esto refleja un cambio en la sociedad actual. Estamos revolucionados en casa y en el trabajo.
Subieron las expectativas que tenemos de nuestras parejas (que sea todo: compañero, amante, socio) y paralelamente también esperamos más del trabajo, le pedimos que nos defina y nos desarrolle personalmente. El amor y el trabajo hoy utilizan el mismo vocabulario y en ambos se pasó de una economía productiva a una economía de servicios. Si antes teníamos relaciones por razones reproductivas ahora buscamos solo placer . Si antes trabajábamos para susbsistir ahora es una búsqueda de sentido. Deber-placer. Chau a la monogamia; bienvenida la poligamia del trabajo. Perel lo resume en capitalismo emocional y consumo romántico.
“Cuánto invertimos en nuestras relaciones en el trabajo? Pasamos horas en cursos de programación y de marketing pero no en cultivar las relaciones personales entre compañeros. Está demostrado que el 65% de las startups fracasa por una mala relación entre sus fundadores. Hay mucho que los líderes pueden aprender de las dinámicas de la terapia de pareja.