Antes del Covid-19 solo el 5% del trabajo se hacía de manera remota; ¿Qué pasará luego de esta migración obligada? ¿Llegaremos a un modelo híbrido? ¿Qué pasará con los salarios? ¿Cuánto se ahorrarán las compañías con el trabajo remoto? Darren Murph, Head of remote de GitLab, empresa unicornio, 100% remota, que se especializa en herramientas para DevOps (metodología de desarrollo de software que se centra en la comunicación, colaboración e integración entre desarrolladores de software y profesionales), fue entrevistado por Savannah Peterson en una sesión de SXSW para debatir sobre cómo encarar esta nueva fase del trabajo y de cómo la sociedad podría beneficiarse de esta flexibilidad. “Lo que estamos viviendo ahora no es trabajo remoto diseñado, esta es una crisis de aislamiento global”, aclaró Murph quien resaltó que en un contexto como éste, es fundamental que los líderes de las organizaciones estén atentos a la salud mental de su gente por sobre la productividad. “El mindset del líder no puede estar en el micromanagement y el control, tiene que estar abierto al feedback y pedirlo constantemente. Tienen que estar atentos a qué necesita la gente para seguir siendo productivos. Hacerse cargo de los costos de una buena internet, tal vez unos headsets que cancelen ruidos, la laptop, una silla ergonométrica, en fin, cada empresa sabrá cómo mejorar el espacio de trabajo para que funcione.”
Este es un momento ideal para desarrollar “músculos remotos”, ver qué funciona y qué no, independientemente de dónde se encuentre el equipo de trabajo. Hay que considerarlo como un circunstancia de prueba increíble que no hay que desperdiciar. Muchas empresas no están renovando los alquileres de sus oficinas con el fin de bajar sus costos y de darle al trabajo remoto un voto de confianza. Al respecto, Murph alerta:“permitir el trabajo remoto no es lo mismo que fomentar el trabajo remoto. La experiencia de trabajo tiene que ser la misma si es remoto o en la oficina. Los valores culturales de la empresa deben vivirse de la misma manera, las relaciones, los encuentros, las oportunidades de crecimiento. Para trabajar remoto realmente tenés que poder decoplar el espacio de lo que hacés”.
Finalmente, Murph compartió la base para el trabajo remoto: facilitar la comunicación informal y las conversaciones asincrónicas. Documentar todo (sí, todo). Organizar mejor las reuniones y alinear los valores con las expectativas. “Creo que el 2021 va a ser más honesto. Hay gente que volverá a la oficina porque le gusta estar en la oficina y habrá gente que seguramente optará por un sistema más nómade”, concluyó.