Por Juan Ignacio Serenellini, Director de Estrategia de Fogdog, parte del ecosistema regional Untold_
The Truman Show, comienza con un hecho inesperado, una lámpara de set de filmación cae desde el cielo celeste a metros de donde él está. Ese solo hecho no significa nada para Truman pero lo deja perturbado.
A medida que avanza la historia, otra serie de sucesos empiezan a perturbar a Truman y lo invitan a revisar su vida. ¿Qué significaban estos recuerdos? ¿Realmente le tengo miedo al mar? ¿Qué pasó con ese amigo que apareció un tiempo y luego no volví a ver?
Los hechos que vivimos, las experiencias, las charlas, los datos que incorporamos, lo que estudiamos -y donde estudiamos-, las historias que nos cuentan nuestros padres, nuestros abuelos y las historias que nos contaron sobre nosotros mismos construyen la narrativa de nuestras vidas.
Con el paso de los años las personas solemos cimentar esta narrativa y completarla con datos que no la alteran o la cuestionan. Es parte de lo que somos y cómo somos -y no está mal que así sea-.
Esta narrativa se aplica también a todo lo que vemos, creemos y vivimos. Se aplica a lo que creemos que es nuestro país, lo que son nuestras costumbres, lo que le pasa a ‘los argentinos y argentinas’, lo que piensan y sienten ‘los pobres’, lo que le pasa a la gente con la cerveza, lo que sucede en un punto de venta, lo que piensan ‘las mujeres’ y ‘los hombres’.
El problema es que esta narrativa empieza a quedar vieja o a separarse de la realidad a medida que envejecemos, se empieza a distorsionar lo que nos contamos de lo que vemos.
Se pone más complicado cuando tenemos que tomar decisiones en función de lo que vemos o creemos y nuestra narrativa está medio vetusta, avejentada. Cuando tenemos que comunicar, armar un plan de marketing, pensar un nuevo producto para ‘los argentinos’, para ‘las mujeres’, para los que ‘les gusta el fútbol’ y así.
La frase más destacada de Truman Show es la más revolucionaria también y está en boca del director y creador del reality cuando le preguntan por qué el show dura tanto tiempo y Truman no se cuestiona nada: «We accept the reality of the world with which we are presented».
Las una (1) estrategia para sobreperfomar en tu trabajo es bien simple y muy compleja a la vez: hablar con otros. O, mejor dicho, hablar con otros para cuestionar la narrativa que tenemos. Es un proceso de tres pasos: cuestionar, hablar, ajustar.
Con el tiempo, nuestras ideas se hacen sólidas y se transforman en creencias con forma de lentes. Sin darnos cuenta, pasan años y nunca visitamos al oculista para mejorar la graduación. Hacer una consulta a tiempo al Doctor Otro es mejor que darse la cara con la pared por usar los anteojos equivocados.