Junio es el mes del mundial de la publicidad, así se celebra desde hace 69 ediciones en la ciudad de Cannes, Francia, donde cerca de 25 mil piezas de 87 países compiten cada año por un león dorado, plateado o de bronce, y los más afortunados, por un Grand Prix. Allí se da cita la comunidad publicitaria global para ponerse a prueba y de alguna manera marcar agenda de los temas que nos conciernen como industria.
Cannes Lions, el festival que comenzó celebrando en 1954 las mejores ideas publicitarias en televisión en Venecia, hoy premia en la riviera francesa más de 31 categorías que incluyen gráfica y vía pública, innovación, salud, diseño, efectividad creativa, estrategia, sustentabilidad, e-commerce y entretenimiento, entre otras tantas; esto da cuenta de cuánto se ha complejizado la comunicación comercial actual y del expertise que hace falta para conectar con audiencias cada vez más esquivas e hiper estimuladas.
El desafío de las marcas excede ampliamente alcanzar sus objetivos de venta. La sociedad les demanda un punto de vista y acciones concretas. Eso explica el tipo de ideas que de un tiempo a esta parte, empezaron a ser distinguidas en los festivales internacionales importantes. Algunas marcas encontraron una oportunidad para dar respuesta a una demanda social insatisfecha, poner en evidencia desigualdades y proponer soluciones de distinta escala e impacto.