Si cerramos los ojos frente a un partido de tenis y sólo escuchamos a las jugadoras podíamos identificar fácilmente si una de ellas es María Sharapova. Si escuchamos vuvuzelas, probablemente nos transporten a la Copa del Mundo de 2010. Un partido de fútbol sin hinchada, sin el barullo de las tribunas de fondo, no es el mismo partido. El sonido imprime personalidad. Genera experiencia. Identifica.
Con esa premisa debatieron “Manana” Fraga y Tomás Becú, responsables de BAMBA, la productora de sonido encargada de dictar el segundo workshop de Craft del CCA en su edición 2021. Tuvieron como invitado especial al polifacético Martin Garabal, quien le pone la voz a varios proyectos publicitarios y defiende el audio como parte del proceso creativo de cualquier campaña.
Durante el encuentro, los productores repasaron algunos hitos sonoros marcarios como la apertura de Netflix, el “white noise” de HBO, sonidos icónicos como los de las papas Pringles o Tic Tac, y destacaron cómo algunas marcas se apropian de géneros musicales y momentos culturales con los que quedan asociados tales como cerveza Quilmes con el rock nacional, Brahma con el trap o Red Bull con la batalla de gallos. “La música tiene ese don de emocionar y acercar sumando experiencia y memorabilidad a la marca a la que se asocia. El desafío es generar un sonido emblemático que quede en el tiempo y sume a la identidad. Una marca debería tener un ecosistema sonoro organizado” afirmaron.
En tiempos de Alexa, la voz de la marca se volvió un asset. Y la publicidad está dando cuenta de esto. Entre anécdotas y recomendaciones, los productores recordaron cómo una marca de cerveza llegó a probar más de 600 locutoras hasta encontrar la voz perfecta y una vez que la descubrieron guardaron el secreto bajo siete llaves. La revolución que generó tiktok, la red social donde el sonido es el principal valor (entre mashups, bailes, doblajes), también encendió las alarmas: “. A partir de tik tok un millón de marcas quisieron empezar a relacionarse con sus clientes a través del sonido. Todas las marcas quieren un tema tiktokero”
Finalmente, los productores de BAMBA destacaron que la impronta como estudio se imprime con calidad en los procesos y un buen feedback entre cliente, agencia y productora. La música es un “traje a medida” en cada producción, es por eso que ellos le huyen al “haceme un tema parecido a este”, recomiendan originalidad que pueda potenciar la idea.