Por Pablo Corso. La ansiada salida de la pandemia; la autonomía inquietante de la inteligencia artificial; los algoritmos que reescriben la historia; la revolución de la movilidad; la precisión escalofriante de los nuevos satélites. En su vigésima lista anual de las perspectivas tecnológicas más relevantes, Technology Review, la revista del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), anticipa los desarrollos que dominarán la conversación en los próximos meses. Se trata de artefactos novedosos y entornos digitales revolucionarios, con implicancias políticas, sociales y económicas que conviene seguir de cerca.
- Supervacunas Son mega-empresas y quieren nuestro dinero, pero sus nombres también despiertan esperanza: Pfizer, Moderna, BioNTech. Las vacunas que prometen degradar al COVID-19 al status de amargo recuerdo comparten un principio disruptivo. Mientras las tradicionales utilizan virus vivos o muertos para entrenar el sistema inmunológico, estas apelan al ARN mensajero, “la molécula intermediaria de corta duración que, en nuestras células, transmite copias de genes que pueden provocar la producción de proteínas”. Esas proteínas tienen las capacidad de generar una respuesta que previene un 95% de los casos. El ARNm promete un nuevo enfoque para fabricar medicamentos. Gracias a su facilidad de reprogramación, las vacunas que transmiten instrucciones a las células podrían conducir a tratamientos contra el herpes y la malaria, a mejores versiones de los que atacan la gripe y -atención- a una vacuna “pancoronavirus”, que ofrecería protección básica contra todas las mutaciones de la enfermedad y contra los patógenos que llevaron a otras pandemias a lo largo de la historia.
- La Skynet del lenguaje El nuevo capítulo de la inteligencia artificial (IA) se llama GPT-3 y da un poco de miedo. Desarrollado por el laboratorio de investigación OpenAI, es “un algoritmo que utiliza el aprendizaje profundo, entrenado con el texto de miles de libros y la mayor parte del contenido de internet, para unir palabras y frases”. Es el modelo de lenguaje más grande de la historia. A partir de un par de oraciones escritas por un humano, puede desarrollar un libro entero, continuando la historia con referencias culturales, frases complejas y sintaxis perfecta. Las posibilidades son ilimitadas. Una IA que domine el lenguaje de esta manera adquiriría una mejor comprensión del mundo en el proceso. Es cierto que todavía no estamos ahí: GPT-3 se suele repetir, caer en contradicciones, cometer errores tontos y hasta replicar los bolsones de desinformación que encuentra online. Pero llevada a un extremo, la profecía amenaza con autocumplirse. En un futuro no tan lejano, los mismos humanos que escribieron esta red neuronal podrían volverse superfluos ante la potencia de su creación.
- Energía en movimiento Representan el futuro, pero el futuro todavía es caro. A pesar de su innegable performance a favor del medio ambiente, los autos eléctricos representan sólo en el 2% de las ventas de los coches nuevos en Estados Unidos. Las baterías de metal de litio -con mayor rendimiento y menor tiempo de carga que sus pares de iones de litio- finalmente podrían lograr que sean tan cómodos y baratos como los que funcionan a nafta. Para eso, la start-up QuantumScape asegura haber resuelto un problema de química que llevaba casi medio siglo sin solución: cómo usar el metal más liviano de la tabla periódica para aumentar la cantidad de energía que se puede almacenar en una batería sin causar riesgos de incendio ni resignar rendimiento. Aunque la propuesta no despierta consenso generalizado y falta completar las pruebas de seguridad, al menos ya sedujo a Volkswagen, que anunció una inversión de cientos de millones de euros para equipar a sus vehículos con las nuevas baterías en 2025.
- El ojo de halcón “El 6 de julio del año pasado la casa de Du Fangming en la provincia de Hunan (China) sufrió las consecuencias de un gran desprendimiento de tierra, el peor en décadas”, relata Technology Review. Su hogar se derrumbó y el barro arrastró a sus cabras. Pero él estaba intacto: fue uno de los 33 aldeanos evacuados gracias a las alertas tempranas que habilita la arquitectura GPS más precisa que se conoce hasta hoy. Con los 44 satélites de BeiDou (“la Osa Mayor”) y sus estaciones terrestres, “un cambio en el terreno del tamaño de la punta de un lápiz afilado se puede ver desde más de 21.000 kilómetros de altura”. La expansión del sistema supone nuevas posibilidades para las actividades humanas que dependen de detecciones ultra precisas, como la agricultura, la logística, el transporte y los viajes aéreos. Es otro paso hacia un objetivo aún más ambicioso: el posicionamiento cuántico, que apelaría a las propiedades atómicas de la materia para localizar y navegar sin referencias externas. El posicionamiento milimétrico habilita una situación que ya se advierte en otros campos. Los límites ya no son técnicos, sino éticos y legales.
- Una escuela diferente Lejos del errático contexto nacional y de la sobrecarga en los dispositivos, la experiencia asiática mostró otras formas de hacer las cosas en educación. Con sede en Hong Kong, la empresa de clases particulares online Snapask tiene más de 3,5 millones de usuarios, el doble que antes del brote. Byju’s, la segunda start-up más valiosa de la India, disfrutó de una suba de usuarios del 30%, a casi 70 millones. “Muchas escuelas simplemente no estaban preparadas para la transición hacia la enseñanza virtual”, recuerda el sitio. “Los tutores online ayudaron a llenar los vacíos del colegio y pudieron centrarse más en las necesidades de los alumnos”. En un momento en que madres y padres funcionan más como asistentes técnicos que como referentes pedagógicos, sistemas como Snapask son tan simples que desconciertan: los estudiantes pueden subir a WhatsApp una foto con la pregunta en una de sus tareas y recibir ayuda de uno de los 350 mil tutores en 30 segundos. El servicio se complementa con una biblioteca de animaciones, efectos especiales y sonidos. Cuando la presencialidad vuelva a ganar la escena, ya no podremos seguir ignorando al elefante en la habitación: un mundo nuevo requiere nuevas formas de enseñar.
- El desafío de TikTok Desde su lanzamiento en 2016, TikTok se convirtió en una de las apps más atractivas del mundo. Una de sus claves es la forma en que busca y encuentra lo que nos atrapará. Mientras otras redes favorecen el contenido viral masivo, sus algoritmos resultan especialmente hábiles para conectar a los creadores con las comunidades que comparten identidades, intereses o pasatiempos, elogia la publicación del MIT. No siempre considera el número de seguidores cuando decide qué destacar; cualquiera puede volverse famoso en la sección “Para ti”. El buen contenido se recompensa más rápido. Sabemos todo esto a pesar de sus desarrolladores. Después de que la India la prohibiera y Donald Trump la asediara, TikTok se vio obligada a publicar más información sobre su funcionamiento profundo. Mientras Instagram y Snapchat aceleran los intentos de copiarlos, también buscan desmarcarse de algunas de sus fallas: la amplificación de la desinformación y el inquietante sesgo racista de algunos videos, dos puntos preocupantes para una app tan contradictoria como su época.
- Una lección anti-COVID Las notificaciones de exposición a personas contagiadas de COVID parecían prometedoras. Ya no habría que hacer memoria sobre los contactos estrechos, automatizando los esfuerzos de rastreo. Mientras los programadores creaban y compartían desarrollos de código abierto, mega-rivales como Apple y Google unían fuerzas en un sistema que funcionaba en smartphones y mantenía la privacidad de los datos. Pero los resultados no estuvieron a la altura de las expectativas. “La acción lenta, los mensajes confusos, la mala gestión y la negligencia influyeron bastante”, critica Technology Review. Las notificaciones de exposición también chocaron con la desconfianza sobre los gobiernos y las críticas justificadas a las políticas de privacidad de las plataformas. Fue un golpe crucial a un sistema que se volvía más efectivo cuantas más personas los usaran. La idea merece una segunda oportunidad, sobre todo si se la complementa con herramientas de monitorización como señales Bluetooth, brazaletes de rastreo y códigos QR para ingresar a entornos libres de COVID. Y el fracaso parcial deja una enseñanza: la confianza, el acceso y la equidad son valores fundamentales para el éxito tecnológico. A veces, volver sobre nuestros pasos es tan importante como mirar hacia adelante.
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