Todo empezó con una idea. En una mesa del bar Boston, donde David Ratto, Anastasio Mayoral, Ricardo de Udaeta y Alfredo Guido acordaron empezar a hacer reuniones con el objetivo de crear el Círculo de Creativos Argentinos. El 1º de octubre de 1980, en el Cinzano Club, nació oficialmente el Círculo. Esa noche los creativos que allí se encontraban sintieron que iba a comenzar algo muy importante, que seguramente era un sueño de todos y por fin se hacía realidad: la creatividad de los creativos argentinos tendría un fin, el reconocimiento de sus propios pares.
Con motivo de sus primeros 40 años, el Círculo compartió este manifiesto. «Dicen que decir que sos creativo suena pedante. Pero eso es porque nadie sabe bien que “creativo” no es solo un adjetivo positivo. Ser creativo acarrea lidiar con una cabeza que no para. Sentir que sos un impostor y al otro día que sos un genio. Ser creativo provoca que la gente espere mucho de vos, y que nadie entienda bien que hacés. Por eso nos juntamos tanto con otros creativos. Por eso nos damos premios. Para recibir una palmada en la espalda después de tantas en la cara.
Por eso buscamos mentores que nos abran camino en una carrera tan irregular. Y por todo eso nace el Círculo de Creativos, para contenernos a todos en el sentido mas amplio de la palabra. Para hermanarnos y para darle valor a lo que hacemos.
Cualquier garabateador sabe que cuando se garabatea un Círculo, nunca sale perfecto de entrada. Pero también sabe que siempre es intención del trazo siguiente, redondear un poco mas la cosa. Hoy cumplimos 40 años perfeccionando ese trazo.
Generaciones enteras de hombres y mujeres que hicieron hablar a la gente de una propaganda. Generaciones enteras de cabezas escurridas, de noches salteadas, de premios levantados, de festejos, de bronca, de carcajadas, de puteadas. Generaciones que arrancaron con un block y generaciones digitales. Pero todos atrás de lo mismo. Una idea. Una idea que cambie algo grande o que nos cambie al menos el día. Generaciones que aprendieron y que enseñaron. Alguien te abrió el camino y seguro puedas hacer lo mismo por otro. Lo nuestro se parece mucho más a un oficio, que a una carrera. Estamos conectados unos con otros. Somos parte de un gran universo de cabezas, de ideas y de amigos para toda la vida. Esa parte menos institucional pero tan necesaria, también es el Círculo de Creativos Argentinos»