Por Carlos Acosta. Hoy la información que ofrecen los medios son sólo un commodity. Las nuevas audiencias exigen un producto que agregue valor a su mirada frente a los grandes temas que deben enfrentar. Vivimos en una sociedad cada vez más sobreinformada. Cada vez más hechos, más cambios, más escenarios que se cruzan. Para los medios especializados el desafío es cada vez mayor ya que mucho del contenido y la información es generada por los propios protagonistas a través de sus departamentos de prensa, sus agencias o su consultoras externas. Incluso a veces nos llega con el pedido expreso de no modificarle ni una coma del material enviado. Algunos medios se han convertido, como las empresas de vía pública, en simples comercializadoras de espacios para que cada uno publique lo que quiera. La sofisticación mayor llegó con los content lab o las in-house. Cabe preguntarse entonces: ¿eso es periodismo? ¿Y la credibilidad? ¿Se puede hacer periodismo en la actualidad? ¿Se lo está haciendo?
No es fácil. La independencia económica es vital para no someterse a presiones públicas y privadas y la monetización es un desafío que requiere creatividad, constancia y coraje. ¿Hay una audiencia que necesite realmente información relevante, análisis, investigación, crítica? La respuesta es sí. Claro que sí. Sobre todo para quienes compiten, se mimetizan o necesitan diferenciarse, que pueden funcionar de manera individual y colectiva. Dijimos más de una vez que nuestros medios son exitosos en los “círculos rojos” porque la información relevante y correctamente interpretada sigue siendo poder.
El nuestro sigue siendo un periodismo con compromiso, con convicciones, con una mirada propia sobre lo que sucedió y sobre lo que sucede, que está por delante de hechos y no detrás. Mientras cerramos este anuario tuvimos una muestra más de que seguimos en el buen camino cuando la CAA pone sobre el tapete un tema por demás importante como es del armado y la duración de las tandas. Un tema que percibimos y ya planteamos en 2015.
La investigación es consecuencia de la percepción que tuvimos cuando creamos la revista, el programa de tv, el newsletter, nuestras históricas coberturas de Cannes y más recientemente las de SXSW en Austin, criticando la desnaturalización de muchos premios y festivales cuya finalidad es cortar tickets y vender cubiertos, y monitoreando la salud de las agencias y sus instituciones. En fin, lo que venimos diciendo: un medio sin periodismo no es sano ni sustentable.
¿Cómo arrancamos el 2020? Como todos, bien de abajo pero con las mejores herramientas. Seguimos creciendo, madurando, seguimos apostando y afianzándonos como líderes en un periodismo desdibujado, sin propuestas, sin posturas definidas frente a los grandes temas.
El nacimiento de la AI como respuesta a la ineptitud de la AAP es un ejemplo de que mientras hay vida hay esperanza. Ya nos referimos bastante al tema. Estaremos atentos.
Este año estaremos nuevamente en Austin y en Cannes. En abril volveremos a la televisión con Reporte25 (Publicidad, Marketing y Comunicación) abarcando otros temas que hacen a la actividad, con un mayor protagonismo de Majo y de Marta no sólo en la producción sino sumando también a sus tareas sus encuentros de debrief sobre comunicación global, y yo –seguramente– desde mis columnas en el Suplemento Económico de Clarín.
Este será un año difícil, lleno de desafíos y oportunidades, al que nos enfrentaremos con más ganas que nunca y, parafraseando al Nano Serrat, haciendo lo que mejor hacemos y que más nos gusta: periodismo.
Buen año.