Estanislao Bachrach, doctor en biología molecular y autor de AgilMente y En Cambio, compartió su experiencia y teoría en el marco de IMS Immersion, las jornadas sobre consumo de medios digitales y tendencias organizado por IMS.
¿Cómo funciona nuestro cerebro en este momento de pandemia? explica Bachrach: en un contexto de incertidumbre o cambio como el que estamos viviendo, se dispara una respuesta a esa “amenaza”: distracción, ansiedad o miedo. Pensás peor, tomas malas decisiones y aumenta tu enojo. Eso hace que baje tu performance y mantengas relaciones más agresivas.
¿Qué puedo hacer? manejar mi inteligencia emocional: menos ansiedad y menos miedo nos hace pensar mejor y tomar mejores decisiones. Como consecuencia, mejora nuestra performance.
Las emociones, explica Bachrach, no son cerebrales sino nombres que le ponemos a sensaciones de placer y energía en menor y mayor proporción: miedo tristeza, alegría, enojo, etc. Las emociones son biológicas, se fabrican de acuerdo al contexto (y a nuestra propia historia) y tienen la capacidad de hacernos actuar.
Ante una situación X, evaluamos y le damos un significado que tendrá una respuesta emocional A. Esa respuesta puede CAMBIAR, para sentirme mejor y tomar mejores decisiones. La diferencia estará en cómo evaluamos esa situación o contexto. A eso Bachrach lo llama “cambio cognitivo”. En vez de esperar que el contexto cambie (que la pandemia desaparezca, que la cuarentena termine), el cambio cognitivo lo hago yo.
Reinterpreto ese suceso o evento y decido cuán amenazador es. ¿De qué manera? cambiando la forma de pensar ese suceso repetidas veces puedo crear un nuevo hábito, “entrenar” una nueva respuesta.
Para el autor de Agilmente no hay emociones “malas”, a todas las emociones hay que sentirlas y no reprimirlas. Trabajar sobre ellas. La mejor manera es entrenando nuestra resiliencia (la velocidad en la que nos recuperamos de una adversidad); hay muchas técnicas, una de las más recomendadas es la meditación. Hacia el final de su charla, el autor remarcó la importancia de seguir entrenando nuestro cerebro aprendiendo cosas nuevas, y subrayó “Somos dueños de nuestras emociones” y trabajando sobre ellas podemos mejorar nuestra calidad de vida.