El Super Bowl de este año, como todo evento tocado por el Covid-19, fue distinto e igual a todo evento tocado por el Covid-19. Por protocolo, el Estadio Raymond James de Tampa, recibió 22.000 espectadores (aproximadamente un 30% de su capacidad) entre los cuales, 7500 eran trabajadores de la salud, previamente vacunados, que fueron invitados por la NFL para disfrutar del evento.
Fue el partido más streameado y al mismo tiempo el menos visto en la ultima década. Según el reporte de CBS Sports, el campeonato de este año, tuvo una audiencia de 96.5 millones y su streaming aumentó un 65% comparado con el del 2020. Lógico.
Pero el Súper Tazón nunca se trató solo de futbol americano. También es el evento publicitario más importante, incluso en pandemia. Aun sin alcanzar los ratings de años anteriores, sigue siendo un espacio ideal para dar un mensaje masivo y por eso el precio para estar en la tanda sigue subiendo. En el 2000, la compañía de inversiones E*Trade impactaba con la humorada de que en su spot habían desperdiciado 2 millones de dólares filmando a un mono bailando «La cucaracha«. Ese era el costo promedio para pautar un comercial de 30 segundos por ese entonces. Para el 2011 ya alcanzaba los 3 millones; 4, 5 en el 2015 y este año llegó a los 5.5 millones. Esto hizo que algunas marcas “habitues” del Super Bowl, decidieran bajarse de la ultima edición. Algunas sintieron la necesidad de aclarar qué harían con ese dinero; otras simplemente no creyeron prudente hacer semejante desembolso en un contexto económico tan complicado. Hyundai, Lexus, Nissan, Kia, Volkswagen, son algunas de las automotrices que no estuvieron este año. Tampoco estuvieron Coca-Cola, Little Caesars, ni Avocados from Mexico. Por primera vez en 37 años, Budweiser anunció que no estaría en la tanda y que optaba por re direccionar toda su inversión publicitaria a la concientización sobre la importancia de vacuna. Mientras tanto, Anheuser-Busch, su fabricante, dejo que otras de sus marcas salieran a la cancha; incluso Bud Light.
Los comerciales que solían estrenarse y sorprender en los cortes del partido, ahora pueden verse en su mayoría antes de la gran fecha. Lejos quedo la épica de spots como “1984” de Apple, emitidos una única vez y para siempre. Ahora son compartidos semanas antes del evento y no tanto como teasers, sino la pieza completa.
Hablamos de las marcas que se bajaron y también es justo mencionar que hubo 23 nuevos anunciantes. 67 comerciales integraron finalmente la tanda del Super Bowl LV. A grandes rasgos, humor y celebridades; un combo que ha funcionado desde siempre. Y cuando hay tantas celebrities – ¡tantas! – el juego pareciera pasar por descubrirlas o ver quien tiene el club de fans mas grande. Nadie más apropiado entonces que Timothée Chalamet para interpretar al hijo de Eduardito Manos de Tijera (Johnny Depp en la maravillosa película de Tim Burton) a quien la misma protagonista, Winona Ryder, ya adulta y ahora como su madre, le compra un Cadillac “ScissorsHandFree” para facilitarle un poco la vida. Según i.Spot.tv, este fue el cuarto spot mas compartido en redes y sin duda el fandome de Chalamet tuvo mucho que ver.
¿Cuál fue el que tuvo más interacción con el publico? “Major Melon Bottle Count,” de Mtn Dew (así se modernizó el nombre Mountain Dew), donde John Cena desafiaba a los twiteros a acertar, por un millón de dolares, la cantidad de botellas de gaseosa que aparecian en el comercial. El segundo lugar fue para Amazon con su spot donde una ejecutiva fantasea con cómo sería si Alexa, el dispositivo de activación por voz, tuviera el cuerpo y la voz de Michael B. Jordan. Rarísima la decisión de sexualizar el dispositivo. “The middle”, para Jeep fue el tercero en generar más reacciones en redes pero en este caso, acusado de sermonear. Protagonizado por Bruce Springsteen – sí, el que canta “Born in the USA” – hace un discurso de dos minutos de lo dificil pero fundamental de llegar a punto medio, de achicar la brecha, para volver a ser Estados (Re) Unidos de Norte América.
Varios comerciales tuvieron este tono de conciliacion y búsqueda de grandeza. Algunos con humor como “Come together”, donde los personajes piden disculpas a quienes ofiendieron de alguna manera regalándoles un paquete de M&M, y otros con poesía, como “Upstream», donde Toyota cuenta cómo la nadadora paralímpica Jessica Long fue adoptada de un orfanato siberiano por una pareja estadounidense, y a pesar de que sus piernas fueron amputadas, siguió fiel a su sueño y ya tiene en su haber 13 medallas de oro. “Creemos que hay esperanza y fuerza en todos nosotros” cierra la locucion de este comercial impecablemente dirigido por Tarsem. Eso tuvo también este Super Bowl , una gran cantidad de producciones dirigidas por directores de renombre: Spike Lee (Anheuser- Busch “Happy”), Tom Kuntz (Mtn Dew “Major Millions”), Lance Acord (Pepsi “The walk”), David Shane (Paramount+ y Cadillac “Scissors hand free”), Michel Gondry (DoorDash “The Neighbourhood”, Ridley Scott + Kevin MacDonald (Youtube “Life in a day”), Rupert Sanders (Vroom “Dealership pain”), Damien Chazelle (Doritos “Flat Matthew”, y 5to9 by Dolly Parton), son solo algunos. No todas fueron piezas maravillosas, pero al igual que las celebrities, los directores tambien traen a la mesa su historial cada vez que dejan su firma en un proyecto. Y la falta de firma femenina tampoco pasó inadvertida. En este gran reel de 67 comerciales, solo 3 fueron dirigidos por mujeres: “Come clean to close de chore gap” (Vení a limpiar para achicar la brecha de división de tareas) de P&G dirigido por Victoria Rivera; “We are all investors” (somos todos inversores) de Robinhood, dirigido por Nina Meredith y “World’s first all civilian mission to space” de Shift4Shop, dirigido por Bryce Dallas Howard. Todavía queda mucho por hacer.
Ah, por cierto, el partido fue la final entre los Kansas City Chiefs y los Tampa Bay Buccaneers. Ganaron los bucaneros.